FD

FD

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Buscando ayuda


 Nos casamos pensando en el sueño de Disney, pero este acto de casarnos lo hacemos a ciegas, lo cual es un hecho sin precendente.

Ninguno de nosotros, por más tonto, arriesgado o sabio que sea, aceptaría ningún trabajo o empresa, con la libertad y poca información con que aceptamos entrar en el matrimonio.

Mi esposa y yo, hemos desarrollado nuestra terapia pre-matrimonial, en la cual ayudamos a parejas que planean unir su vida por medio del matrimonio, y podemos decir que en algunos casos la terapia ha terminado en matrimonio, en otros casos ni siquiera han concluido con la terapia, sino que en medio de ella se dan cuenta que no son compatibles entre si. En otros casos, aunque les hemos recomendado no casarse, la pareja ha decidido lo contrario, y hemos visto los resultados nefastos de tal acción.

Podemos afirmar que por lo general, las mujeres vienen a consulta cuando el problema es grave, pero los hombres vienen a consulta cuando ya no hay solución. Esto quizá por el mismo hecho de que las mujeres son un tanto más sensible emocionalmente que algunos hombres, lo cual hace que busque más rapido el refugio de protección que el hombre. Los hombres por su parte, ha sido criados como súper héroes, ellos creen que no le entran balas, "yo puedo solucionar mis problemas, no necesito que nadie me diga cómo hacerlo"

Pero tristemente está actitud acelera mucho más el proceso de degradación y destrucción matrimonial. Muchas mujeres, han declarado:

-"porque ahora que ya no tenemos nada, que ya yo he cerrado mi corazón es que él decide cambiar"

Puedo decir que este en un recurso de supervivencia que Dios puso en el corazón del hombre, para defenderse y protegerse, pero desde que el pecado degeneró al ser humano, este ha exacerbado este sentimiento, hasta un punto de creer la mentira de la autosuficiencia.

Muchas veces sentimos como hombres, que si abandonamos este sentimiento, estaríamos demostrando debilidad, es como si nos castraran, es como si ahora toda mi hombría estuviese en las manos de la persona con la que he abierto mi corazón.

Este mismo sentimiento lo he visto en algunos pastores. Todos nosotros que trabajamos para Dios, hemos llegado al acuerdo de que es muchísimo más fácil pastorear si contamos con dos o tres mentores diferentes, pero de la teoría a la práctica hay mucho camino por recorrer. Son muy muy pocos los pastores que cuentan con un mentor de confianza en el cual puedan vaciar todo su corazón, bueno o malo.

Es como si tuviesemos una papelera de reciclaje, se nos hace mucho más fácil hablar con todos, de nuestro proyectos hermosos y nuestros anhelos. Pero contar, sacar de la papelera lo feo, mostrar las cosas sucias que llegan al corazón cuesta muchísimo. Sentimos que voy a ser criticado, burlado, estigmatizado, y perderé mi hombría, o peor aún mi espiritualidad.

Ahora, si hemos determinado cuan importante es contar con la asesoría temprana de un profesional ¿Porque no lo hacemos?

De hecho, cada uno de nosotros le hemos recomendado a alguien en algún momento que busque consejos, y somos libertinos a la hora de dar nuestras opiniones, aunque nadie nos lo pida.

Saben, buscar asesoría no te hace débil, por el contrario te hace más fuerte. El mismo Señor Jesucristo lo dijo cuando afirmó, "ninguno que quiere construir una torre primero no va y calcula lo que necesita no sea que a la mitad no le alcance y todos hagan burla. O si alguno va a la guerra, primero hace cálculos para saber si puede hacer frente al que viene con su ejército.

Amados, debemos buscar ayuda, antes de que el problema sea imposible de solucionar.

Ahora, me despido, pero no sin ponerme a tus órdenes, y pedir tu opinión al respecto, dime ¿Porque crees que no buscamos ayuda?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario