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martes, 3 de octubre de 2017

La Casa de Terror


Días atrás tras al ver un post de una feria con sus juegos y parques, recordé la casa del terror que estaba en el parque de mi ciudad. Sus diferentes trucos, maniquís y espejos, hacían juego con la oscuridad para crear una atmosfera de miedo, todos nos gustaba ir allá, muchas sabíamos que no era verdad y que de seguro nada nos pasaría, pero siempre íbamos por el ambiente que se creaba alrededor de todo eso.

La realidad es que justo antes del divorcio de mis padres nuestra propia casa se transformó en la mansión del terror, abusos, malas palabras, groserías, golpes, ironías y todo el paquete que hacían de nuestro antiguo hogar la casa del terror. Recuerdo un día que peleaban mis padres, y mi papá tomó una plancha como arma, cuando la levantó yo tomé el cable para evitar que golpeara a mi mami, así que cuando el cable se tensionó la plancha saltó de su mano y golpeó mi cara.

Ya no había risas, en aquella casa, todos caminaban sin hacer ruido, creo que las risas escaparon por la ventana tras la última pelea. Me recuerdo a mis 6 ó 7 años diciéndole a mi papá que esa comida no me gustaba, lo último que recuerdo de esa escena es a mi papá estrellando mi plato de comida en mi cabeza, el plato rompiéndose en varios pedazos y yo llorando bañado de arroz.

La forma más fácil para destruir la vida de tu hijo es maltratar a tu pareja, ahora ¿Cuántos tipos de maltrato conoces? Violencia psicológica, Sexual, Patrimonial y económica, Simbólica, Domestica, Acoso y hostigamiento, Laboral, Obstétrica, Mediática, Institucional, verbal, entre otros.

Es como si tu hijo estuviese al borde del precipicio de la vida, y cada vez que maltratas a tu esposa lo empujas un poco más hacia el abismo. Tu hijo no tiene la capacidad de decirlo, él hará lo máximo por combatir eso pero al final se dará por vencido, sucumbirá tras ese maltrato y hacia su destrucción.

Pero ¿en qué desencadenará todo eso? La realidad es que no lo sabemos, pues este maltrato puede dar como resultado toda una gama de trastornos y problemas en el niño. Desde homosexualidad, masoquismo, maltrato doméstico,  baja autoestima y muchísimas cosas más.

Pero ¿Qué hacer? Lo primero es reconocer que tienes un problema. Es muy común ver a esas personas gritonas que les fascina subir la voz diciendo, “YO NO ESTOY GRITANDO, YO HABLA ASÍ”. Recuerdo una vez que una pareja venía a mi consultorio, y el esposo era un gritón pero él decía lo mismo. Así que le pedí a su esposa que se alejara un poco, me acerque y en voz baja le pregunte a él, ¿alguna vez has traicionado a tu esposa? Y él bajando mucho la voz me dijo “si varias veces”, y yo en voz baja le dije, “te das cuenta que si puedes hablar en voz baja”.

La realidad es que podemos modificar toda nuestra conducta, desde las palabras hasta la acción.

Lo segundo es buscar una motivación. Muchas veces la motivación no te llega de una vez, esto puede ser por baja autoestima, así que puedes buscar otros motivadores para el cambio. En este caso te sugiero que la motivación sea en bienestar de tus hijos.

Es tan fácil destruir a tus hijos, que cosas muy sencillas lo pueden lograr, esto te debe obligar a cambiar. Quizás tengas razón en que la conducta de tu pareja te detona, quizás él o ella son una pesadilla, pero por el amor a tus hijos deben aprender a controlar sus impulsos.

Lo tercero que debes hacer es practicar la conducta que desea cambiar. Esto lo puedes hacer con tu terapeuta, con un amigo o con tu pareja. Lo puedes lograr conversando sobre la conducta que deseas cambiar, y debes establecer una palabra que te recuerde lo que propusiste cambiar. Por ejemplo entre mi esposa y yo cuando alguno está actuando de manera grosera o inadecuada el otro le dice “recuerda, estas discutiendo con la persona que más te ama” y el otro debe cesar en su discusión.

Es posible salir de la casa del terror. Tus hijos lo merecen. No los lleves al precipicio.


Muchas bendiciones
Soy Franklin Díaz Tabares y estoy a sus órdenes.


Violencia simbólica 



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