Me acerque
a Vivian con mi mejor sonrisa, y le comenté lo que quería hacer, en este
momento no recuerdo lo que era, pero era uno de esos inventos locos de los
cuales yo hago, “Amor, le dije, (mientras la adrenalina fluía por todo mi
cuerpo) voy a hacer esto, y esto otro, para lograr, tal cosa y …”
Ella, me
interrumpió, con su voz muy pausada me dijo, “mi amor, para que vas a hacer
eso, que logras con eso, además puedes que lo dejes a la mitad y al final lo
que vas a lograr es perder dinero”
Salí de
allí apaleado, con una sensación de fracaso muy grande, como un perro con la
cola entre las patas.
Pero no
muchos días después, cuando ya todo se había olvidado volví con mis proyectos,
mis inventos y mis sueños, recuerdo que daba vueltas alrededor de ella como el
Chavo, “Mami, le dije, Yo que y tu que yyyy entonces le hago y tu me …y
entonces….sas…
Como veces
anteriores ella sacó su racionalidad, se sentaron las dos (su racionalidad y
ella) y me hicieron entender de la mejor manera que no valía la pena gastar
tiempo y dinero en eso. Al igual que las veces anteriores yo lo entendí, ella tenía
razón, pero ¿Por qué si ella tenía razón, si lo que ella decía era lógico, yo
me sentía tan mal?
NO MUCHOS
DÍAS DESPUES….sucedió lo mismo, pero ya mi paciencia se había desgastado mucho…ya
no aguantaba más….así que, me fui a la cocina, le preparé un café con
chocolate, la invité a sentarse conmigo, y cuando ella estaba extasiada con su
café aproveche la oportunidad y le dije.
“Amor…a mi
me gustaría ir de viaje por todo el mundo, me gustaría conocer Italia y las
ruinas, también me gustaría conocer Australia, me gustaría viajar libre por
toda la Micronesia, y vivir entre sus culturas y cambiarme de país cada dos
años”.
Y ella me
miraba anonadada mientras le hablaba de las bellezas de esas tierras, así que
continué hablándole.
“Me gustaría
poder trabajar para la Nasa en proyectos espaciales. También me gustaría ser
piloto de la Mercedes Mclaren”.
Ella me
miraba sin entender de que hablaba, hasta que le dije…mi amor, YO SOY UN NIÑO
GRANDE…..
“A mi me
gustaría hacer muchas cosas, pero no tengo el dinero para ello, además he jurado
nunca abandonarte, así que todo lo que me divierte, todo lo que yo quiero hacer
es casi imposible que lo haga…y lo único que me queda por hacer para poder
desarrollar mis deseos internos son mis pocos proyectos tontos, locos e
infantiles, pera cada vez que voy a hacer algo tu vienes con tu lógica y me
frustras”
Ella no se
esperaba eso….jejejeje…quedó boquiabierta…
“¿será
posible, le dije, que de ahora en adelante cuando yo vaya a hacer algo tu me
apoyes sin importar que no estés de acuerdo?”
“amor…cada
vez que me impides hacer algo de mis sueños no me estas ahorrando tiempo y
dinero, sino que estas destruyendo mi corazón y frustrándome”
Amigas y
amigos
El concepto
de la madurez, es completamente diferente dependiendo si es analizado por
mujeres o por hombres, pues como lo he dicho en muchas ocasiones somos
completamente diferentes. Usted no puede
hablar de madures con el sexo opuesto pues cada uno tiene un marco referencial
diferente.
Recuerdo
que le dije:
“Cada vez
que tu quieres hacer algo yo te he apoyado, he cocinado, he pintado tu pelo, te
corto las uñas. Recuerdas cuando quisiste hacer ropa interior femenina ¿Quién estuvo
allí contigo? Y cada vez que tienes que hacer un proyecto de tu universidad ¿Quién
esta allí para apoyarte?”
Bueno, la
realidad es que ella cambió y ahora cada vez que voy a hacer algo me apoya y me
anima a hacerlo.
De hecho,
gracias a mis loqueras, ahora además de mis trabajos normales tengo la Fábrica de
Cajones Flamencos, lo cual es de mucha bendición y me ayuda mucho económicamente.
Amigas apoyen
a sus esposos, animenle a estudiar, capacitarse, lograr cosas, pero las cosas
que tu quieres sino las cosas que el sueña.
Recomendaciones:
1. Hablen mucho
2. Generalmente no sabemos d que
hablar, entonces lean algún libro juntos de modo que eso les de temas de
conversación
3. No le pregunte a su pareja ¿Cómo te
fue hoy? Sino cuéntame que hiciste en tu trabajo…
4. Haga preguntas interesantes sobre lo
que su pareja hace
5. Escúchense como si lo que el otro
dice fuera lo más importante del mundo.