Adulterio y Perdón

El adulterio es una de las calamidades más grandes por la que pasa el matrimonio, destruye el alma tanto del que lo sufre como del que lo ocasiona, aunque el adultero disfruta de su traición este hecho no pasa desapercibido en su alma la cual poco a poco se va secando y lo convierte cada día más en un ser despiadado para con todos, no nos dejemos engañar, aunque muchos adúlteros parecen ser seres tiernos y buenos, en su interior se cuaja una batalla. Ahora ¿es posible perdonar un adulterio?

Claro que sí, total y completamente. Además el perdón debe ser obligatorio si se quiere seguir adelante con una vida buena y prospera, pero no nos engañemos, pues existen unos aspectos importantes que hacen del perdón en el adulterio un caso interesante:

1. El perdón es obligatorio para continuar la vida, de lo contrario el rencor se transforma en un ancla que nos impide avanzar y un cáncer que nos carcome el corazón. Dependiendo el tipo de personalidad sea A o C, el traicionado de no llegar a perdonar puede ser víctima de (A) enfermedades asociadas al sistema cardiovascular, (C) enfermedades asociadas a tumores, cáncer, gástrico, es por ello la importancia del perdón.  

2. La persona traicionada tarda en sanar, esto quiere decir que si se recibe buena terapia, tardará entre 2 a 3 años en sanar. Eso implica que aunque no quiera lo recordará y sacará en momentos en que los gatillos se disparen, cualquier cosa que para los otros no tiene sentido hará que la persona traicionada desencadene una serie de pensamientos que le llevará a recordar el evento y a reclamarlo. Esto quiere decir que después de dos años aun podría ocurrir que la persona lo reclame, entonces el traidor arrepentido, si quiere recuperar su matrimonio debe estar dispuesto a afrontar y soportar este hecho sin reclamar o chistar, pues él fue el causante de este hecho. Muchos traidores quieren que el evento se olvide y quede atrás, pero al transcurrir un poco de tiempo y al enfrentar el reclamo de su cónyuge, el traidor dirá “pero olvida eso”, “tú vas a seguir con eso”.

Muchos se atreven a diagnosticar, ¿él o ella no ha perdonado, pero eso no necesariamente es la verdad, pues es un hecho real que el recuerdo atormenta aunque tu hayas perdonado.

Por ejemplo: si usted me presta dinero y yo no le pago, usted puede perdonarme, pero de seguro si usted sabe que yo soy mala paga, no me prestará más, además aunque usted me perdone la deuda, en el momento que usted necesite comprar algo usted recordará que no le pagué.

La persona traicionada se siente burlada, disminuida, poca cosa, fea e incluso culpable del hecho, muchos justifican al traidor “si yo hubiese hecho tal o cual cosa” o “es que yo no lo traté así”, la realidad es que el traidor no necesitaba una excusa, él quería hacerlo y lo hizo.

El esposo traidor de una de mis pacientes le dijo “estoy dispuesto a que volvamos pero no hablemos más del caso” esto es común que suceda, el traidor quiere perdón absoluto sin declaración de culpabilidad. Pero para la sanidad del traicionado esto no sirve, es necesario que el traidor asuma sus hechos, y que el traicionado pueda descubrir y explorar los hechos, sin llegar por supuestos a declaraciones mórbidas.

3. El perdón no es olvido, tú decides perdonar pero tu mente la cual es la mejor computadora del mundo lo recordará siempre, entonces una buena terapia debe girar hacia lograr que la persona recuerde sin dolor ni rencor. Imaginemos que un perro te ataca, pero justo antes de hacerlo tu observas que él levanta las orejas y la cola, este evento causará una crisis, la cual con el tiempo sanará, pero al cabo de un tiempo cuando tu veas que un perro levanta las orejas y la cola tu reaccionaras con respecto a este aviso, pues la crisis pasada ha generado unos gatillos los cuales están dispuestos de tal manera que se activarán con cualquier cosa que recuerde la crisis pasada.

  

4. Perdonar no implica reconciliación. Muchos creen que perdonar implica volver a juntarse con la persona, pero eso es totalmente incorrecto, pues tú debes decidir si esa persona es capaz de cambiar, si esa persona te conviene para tu futuro, pues la traición nos hace ver aspectos escondidos que no conocíamos de la persona, como por ejemplo: la persona infiel es traidora, ha traicionado no solo a su pareja sino a sus padres quienes soñaban que ella o el tuviesen un buen matrimonio, ha traicionado a sus hijo (si los hay), ha traicionado sus principios, ha traicionado a sus amigos. La persona infiel es mentiroso, pues ha tenido que fingir y mentir para lograrlo, La persona infiel es manipuladora, y así mismo hay muchísimas características que podríamos sacar del análisis del traidor, como por ejemplo ¿que pasé en su infancia para que el fuera así?

En fin el perdonar es obligatorio pero la reconciliación es opcional.

Recomendaciones:

1.     Decide perdonar: esto muchas veces es difícil pues se ha difundido la creencia popular, que si perdonas debes aceptar todo, lo cual es falso, pues perdonar solo implica el condonar la deuda, no volver.

2. Decide seguir adelante: Esto se hace difícil por varias razones. a) la persona se culpa, b) la persona había basado su vida en la otra, es decir no tiene sueños, c) la persona es dependiente del traidor

3.  Busca ayuda: Investiga y busca un profesional que te ayude.

4. No hables con todos: uno de los errores comunes es contarle a todos, esto agrega más problemas que soluciones.

5. Quédate solo: por nada del mundo busques otra persona para sacarte el despecho, no te enamores, no busques otra pareja ni a tus viejo novio o novia

6. Dedícate a vivir: la vida es maravillosa y existe muchísimas cosas que hacer novedosas, hermosas, desafiantes y nuevas que puedes explorar, de seguro están más cerca de ti de lo que crees, explora tu derredor.

Dios les bendiga estoy a sus ordenes